3 jun 2011

¿Eliminar el stress no pensando?


En las conferencias de Expomanagement asistí entre otras al Taller de Stop-Stress. El ponente  (Javier Carril) como aperitivo comentó que la técnica de eliminar el estrés consistía en alejar los pensamientos que lo causan. Ante tal comentario me surgieron las siguientes preguntas: ¿No sería más útil atender a lo que nos preocupa para resolverlo? ¿Por qué no aprovechar los pensamientos que surgen para investigar qué hacer con ellos y organizarlos?

Enumeró, los que según su experiencia eran, los 7 errores para tener estrés:
  1. Creer que somos Directores Generales del universo.
  2. Vivir esclavizados por Debería.. y Tengo que...
  3. No dejar de pensar ni un segundo al día. Aquí añado que sería más útil, que no pensar, hacer un uso apropiado del pensamiento.
  4. Vivir en pasado o futuro nunca en el presente.
  5. Trabajar demasiadas horas y creerse imprescindible.
  6. Ser reactivos en lugar de proactivos.
  7. Tener objetivos poco realistas.
Con estos puntos no pude por menos que reír al recordarme o recordar a algunos compañeros en momentos pasados.  Surgió un 7Bis por parte de un participante: no cambiar hábitos.

Luego pasó a realizar 2 técnicas para evitar el stress, para ello hizo un ejercicio para guiarnos en una relajación con algunos componentes de la meditación. Pidió que cerráramos los ojos y en el 1º ejercicio  hizo que atendiéramos a nuestra respiración abdominal y en el 2º que atendiéramos a los sonido. Incluía como premisa para eliminar el stress sacar nuestros pensamientos, eliminarlos, desterrarlos. Desde luego como técnica de relajación momentánea, es útil ya que genera una sensación de bienes y sosiego. Aquí incluiría la  utilidad de añadir habilidades de usar esos pensamientos en ese espacio de tiempo de manera que puedas trabajar con ellos, que aflore la creatividad y puedas encontrar más posibilidades.

Encuentro en general, un interés en adormecer, anestesiar los pensamientos poco desarrollativo.  De manera que esa sensación de bienestar momentáneo hace que algunas personas utilicen estás técnicas como opiáceos. Por propia experiencia, añado que el utilizar procesos de meditación para hacer un pensamiento más rico, con oportunidades de incluir más opciones, más sereno es posible y muy agradable. Para mí, más agradable que la sensación de felicidad de no pensar por un momento y no resolver, con el consiguiente  pensamiento recurrente del asunto que nos preocupa.  Personalmente prefiero ocuparme y hacer algo con lo que tengo entre manos, en lugar de mirar para otro lado para no sentir que hay algo que hacer. Y por supuesto también pueden adquirirse habilidades de pensar efectivo fuera de procesos meditativos.

3 comentarios:

  1. Coincido totalmente contigo, Eva, y son muy sugerentes las preguntas que haces: ¿No sería más útil atender a lo que nos preocupa para resolverlo? ¿Por qué no aprovechar los pensamientos que surgen para investigar qué hacer con ellos y organizarlos?
    Yo suelo volcar al papel lo que me preocupa, sobre todo cuando son varios los asuntos que tengo activados. Una vez en el papel los contemplo y observo que son diferentes asuntos los que llevan a mi mente a saltar de uno a otro sobrecargándola. Luego sé que tengo que ir uno por uno solucionando lo que me están comunicando. Una vez realizado este proceso el estrés desaparece.
    Tomás Guijarro

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  2. Gracias Tomás por tu descripción de una manera de hacer ante un asunto. Tengo que reconocer que el papel también me ha acompañado para resolver en algunas situaciones.

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