19 sept 2011

Donde nacen los cambios

¿Cuál es el impulsor de la búsqueda del cambio? ¿Qué inicia ese proceso?

El paso previo a la búsqueda de una metamorfosis implica:
  1. notar que algo está sucediendo: que algo no encaja o que podría encajar mejor en la situación actual,
  2. y que hay algo que puede hacerse al respecto, que hay oportunidades apropiadas y merece la pena intentarlo.
Hay un mensaje muy extendido entre algunos profesionales involucrados en el cambio: "no puedo ayudar a quien no pide ayuda".
Es cierto, que cuando alguien da el paso de motu propio todo es más sencillo. Pero también podemos trabajar para conseguir que se aprecien más matices, información, sensaciones a las que no se atendía previamente y que lo tenga disponible para comenzar cuando sea oportuno. Quizás en este caso, no podamos estar presentes en todo el proceso pero si iniciar una mirada diferente que implicará un antes y un después en su desarrollo.

Notar implica descubrir algo más sobre lo que antes no se atendía. Luis Rojas en su libro "Superar la adversidad" expone: "... la inercia que lleva a algunas personas a no querer saber, porque saber implica tener que sufrir una angustia insoportable y pasar a la acción".
Es cierto que implica pasar a la acción en cuanto que atender de otra forma es una acción diferente pero no que tengas que hacer cambios de manera inmediata. Puedes ir notando qué significa lo que pasa, qué posibilidades surgen, qué implicación tienen, si cambias las respuestas qué sucede...

Al trabajar en desarrollo de personas es necesario crear en el cliente distinciones útiles para ampliar su campo de atención. Ayudar a que en su paleta haya más colores con los que poder jugar a crear matices, brillos, perspectiva, dar diferentes profundidades, luces...para que pueda plasmar de manera más auténtica y rica, quién es en el lienzo.

Podemos poner un ejemplo tan sencillo como el de no notar que hemos cambiado de talla (engordado o adelgazado) este verano porque usamos ropa más ligera en esta época, el cambio de tono de piel... No atender de la misma manera a esta circunstancia, distorsiona nuestra percepción pero el hecho en sí está. Antes de subirse a la báscula se puede crear la atención necesaria para que se mida qué está sucediendo y se pueda hacer algo con ello (que se pueda decidir poner remedio ahora, a la vuelta, o no ponerlo).

Una vez que se percibe más, puede hacerse algo con ello y aquí es imprescindible una vez más notar que hay oportunidades, esperanza. En este momento surge la valoración y elección de lo que se quiere hacer a partir de entonces.

Por mi experiencia notar más es una sensación de ver más, de tener los poros más abiertos como si aparecieran estímulos que antes no estaban disponibles, parece que todo se oye y se mueve más, se abren planos que antes eran imperceptibles. Tener la opción de elegir qué hacer con todo lo que sucede, de notar qué está pasando y qué puedo hacer con ello me da sensación de libertad, de involucración, de estar en acción, de ser la que quiero ser.
Y a ti, ¿te gusta poder decidir?